Nos cuesta creer y mucho, que dentro de nuestro cuerpo se pueda alojar algún tipo de tecnología sin que nosotros seamos conscientes de que eso está ahí.
Sabemos que la tecnología está comenzando a interactuar en la fisiología del ser humano, por ejemplo, los modernos marcapasos cardíacos, solo pesan 28 gramos y se implantan bajo la piel y sus alambres de conexión, se conectan directamente al corazón y llevan los mensajes eléctricos a dicho órgano para mantener el ritmo cardíaco. También existen varios tipos de implantes que se utilizan para otras funciones, que nada tienen que ver con el organismo, si no, que son para, por ejemplo, abrir puertas y otros usos que pueden ver en esta nota del portal de la BBC.
De manera que es innegable que ya existen implantes tecnológicos que se conectan al cuerpo humano para lograr algún objetivo determinado.
Pero en el primer párrafo dijimos sin que nosotros seamos conscientes, entonces, ¿cómo podría ser esto? vamos a explicarlo…
Algunos tatuajes son divertidos y otros parecen hasta una delicada joya, pero en realidad son dispositivos que están captando información del cuerpo y del exterior, para uso personal o grandes investigaciones. Así se está pasando de las tecnologías ponibles (o los wearables) a la electrónica implantable biohacking, una tendencia o movimiento que abarca diferentes propuestas y ámbitos.
Esta puede entenderse en sentido amplio como la aplicación de la cultura del ‘hágalo usted mismo’ a la biología en general y en distintos seres vivos, mientras que en un sentido más restringido, se refiere a la automejora del cuerpo humano y de sus capacidades en particular, combinando recursos biológicos y técnicas médicas, nutricionales y electrónicas.
Algunas de las investigaciones centradas en implantes, más o menos permanentes en el ser humano, las desarrollan firmas o emprendedores tecnológicos, así como grupos e individuos que proponen trasladar la investigación y experimentación científica a entornos más abiertos, colaborativos y cercanos a la ciudadanía.
Por su parte, en los laboratorios de las universidades y centros de investigación también se avanza en el implante de elementos tecnológicos en el cuerpo humano, siguiendo estrictos protocolos y procedimientos, como este grupo de proyectos centrados en tatuajes y parches electrónicos que se presentó:
- Brújula interna. La compañía Cyborg Nest (CN) ha diseñado una brújula corporal: un circuito electrónico del tamaño de un sello postal recubierto de silicona, que se ancla de modo similar a un piercing mediante dos barritas de metal que se insertan bajo la piel en la zona de la clavícula, y que vibra cada vez que apunta hacia el Norte, ayudando a la persona a orientarse geográficamente. Utiliza un sistema sensorial artificial que detecta el polo norte magnético sin necesidad de internet y, según sus creadores, es totalmente seguro. Es compatible con el organismo y su diseño y materiales evita que provoque irritaciones en la piel.
- Alcohol en la sangre. Ingenieros de la Universidad de California en San Diego (EE. UU.) han desarrollado un sensor electrónico flexible que se adhiere a la piel, mide la cantidad de alcohol en la sangre a través del sudor y trasmite los datos de forma inalámbrica, permitiendo monitorizar a una persona y advertirle si ha bebido demasiado como para conducir.
- Comunicación inalámbrica. El MIT Media Lab y Microsoft Research, también en EE. UU., han creado un proceso de fabricación basado en una lámina de oro que permite crear dispositivos personalizados y estilizados que se fijan sobre la piel y funcionan como superficie de comando táctil, cambian de color con el calor corporal y alojan circuitos para comunicación inalámbrica.
- Sensores ambientales. Ingenieros de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (Kaust) de Arabia Saudita han desarrollado un sensor adhesivo de bajo coste basado en el papel y la plata, que funciona como una piel artificial, siendo capaz de detectar los estímulos externos como el tacto, la presión, temperaturas, acidez y humedad, y que podría utilizarse para las investigaciones ambientales.
- Cartografiar emociones. La profesora Yael Hanein, de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, creó un ‘tatuaje electrónico’ temporal basado en nanotecnología y un electrodo de carbono que se adhiere a la cara o la muñeca y permite cartografiar las emociones en las expresiones faciales, así como medir la actividad muscular.
- El cuerpo como teclado. Técnicos de la Universidad Saarland (Alemania) han desarrollado dentro del proyecto iSkin unos adhesivos de silicona con sensores de presión, los cuales se ponen sobre manos y brazos y permiten utilizar el cuerpo humano como una superficie táctil para controlar teléfonos móviles o, por ejemplo, para aceptar o rechazar llamadas pulsando sobre la piel.
En otras palabras, se está usando nanotecnología que permite, a través de una simple aguja, como la de un aparato de tatuaje o una jeringa, implantar un dispositivo electrónico en el cuerpo humano que logre un determinado objetivo.
En el año 2018, en Buolder, Colorado, EEUU, concretamente en la Universidad de Colorado, el Dr. Carson Bruns y su equipo, iniciaron el desarrollo de nuevas tintas para tatuajes con nanotecnología agregada, que permite múltiples usos. Carson Bruns es profesor asistente de ingeniería mecánica en la Universidad de Colorado Boulder, donde dirige el Laboratorio de nanomateriales emergentes, inventando nanomateriales, tatuajes con tecnología y más, con lo que los autores de ciencia ficción siempre han soñado, pero que hoy ya no es ciencia ficción. Tienen videos en YouTube con mas información.
Ahora ya sabemos que existen los implantes nanotecnológicos y que pueden colocarse en el cuerpo, a través de una solución como una tinta.
Se que todavía sigo sin responder la pregunta…
En el portal pubmed.gov de la Biblioteca nacional de Medicina de Rockville Pike Bethesda, EEUU, hay un documento cuya traducción dice: «La eficacia de la administración de vacunas de ADN suele ser relativamente baja en comparación con las vacunas de proteínas. El uso de nanopartículas de óxido de hierro superparamagnéticas (SPION) para administrar genes a través de la magnetofección se muestra prometedor para mejorar la eficiencia de la entrega de genes tanto in vitro como in vivo. En particular, la duración de la transfección génica, especialmente para la aplicación in vitro, puede reducirse significativamente mediante magnetofección en comparación con el tiempo necesario para lograr una alta transfección génica con protocolos estándar. Las SPION que se han vuelto estables en condiciones fisiológicas, pueden usarse como agentes terapéuticos y de diagnóstico, debido a sus características magnéticas únicas. Las características valiosas de las nanopartículas de óxido de hierro en las aplicaciones biológicas incluyen un control estricto sobre su distribución de tamaño, las propiedades magnéticas de estas partículas, y la capacidad de transportar biomoléculas particulares a objetivos específicos. La internalización y la vida media de las partículas dentro del cuerpo dependen del método de síntesis. Se han utilizado numerosos métodos de síntesis para producir nanopartículas magnéticas para bioaplicaciones con diferentes tamaños y cargas superficiales. El método más común para sintetizar partículas de magnetita Fe3O4 de tamaño nanométrico en solución, es mediante la coprecipitación química de sales de hierro. El método de coprecipitación es una técnica eficaz para preparar dispersiones acuosas estables de nanopartículas de óxido de hierro. Describimos la producción de SPION a base de Fe3O4 con altos valores de magnetización (70 emu / g) por debajo de 15 kOe del campo magnético aplicado a temperatura ambiente, con una remanencia de 0,01 emu / g mediante un método de coprecipitación en presencia de citrato trisódico como estabilizador. Las SPION en bruto, a menudo carecen de suficiente estabilidad, hidrofilicidad y capacidad para funcionalizarse. Para superar estas limitaciones, el polímero policatiónico se ancló en la superficie de las SPION recién preparadas mediante una atracción electrostática directa entre las SPION cargadas negativamente (debido a la presencia de grupos carboxílicos) y el polímero cargado positivamente. Se eligió polietilenimina para modificar la superficie de las SPION para ayudar a la entrega de ADN plasmídico en células de mamíferos debido a la amplia capacidad tampón del polímero a través del efecto de «esponja de protones». «
Esto significa que es muy posible que haya partículas magnéticas en las vacunas, sobre todo, aquellas que funcionan por ARN, como también, que se incluyan implantes de nanotecnología dentro de las mismas. No estoy diciendo que las vacunas para el covid tienen partículas magnéticas o nanotecnología, solo digo que, hoy en día, las dos cosas son totalmente posibles. Y aquí está la respuesta a la pregunta.
Aunque los voceros oficiales dicen que las vacunas para el covid NO CONTIENEN PARTÍCULAS MAGNÉTICAS, en la Biblioteca Nacional de Medicina se dice que el uso de nanopartículas de óxido de hierro superparamagnéticas para administrar genes a través de la magnetofección se muestra prometedor para mejorar la eficiencia de la entrega de genes in vivo. Verdaderamente, ninguno de nosotros puede saber, a ciencia cierta, que es lo que te están inoculando, pero todo lo que hemos visto en este post, puede explicar perfectamente lo que se ve en los videos de los cuales hemos hablado en el primer artículo, como todo lo que se habla por redes del óxido de grafeno y sus consecuencias.
Mi intensión no es demostrar que las vacunas del covid poseen algunos de todos estos materiales, para eso, necesitaríamos la colaboración de alguna Universidad de prestigio que le haga ingeniería inversa a la vacuna y no creo que ninguna se preste a eso. Mi intensión solo es demostrar que, hoy en día, es muy posible que una vacuna contenga todos estos elementos.
Ama tu vida!
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