Terapia bioenergetica multidimensional

NO. Como se explicó anteriormente, no hay interacción entre el terapeuta y el consultante durante la terapia, porque no es necesario. El consultante puede, en todo momento, contactar con el terapeuta y preguntar sobre como se va desarrollando su terapia, pero no hay ningun tipo de entrevista o sesion de sanación. Todo se lleva a cabo a distancia y mientras el consultante duerme.

Al finalizar la terapia bioenergética, se elabora un informe en PDF y se le envía al consultante y luego de ser leído varias veces, se fija una cita por Zoom o por Telegram, para explicar todas las dudas que hayan surgido y responder a todas las consultas.

Realmente no.

Casi todas las personas perciben un estado de relajación profunda y una sensación de liberación en la terapia bioenergética presencial, pero eso es solo una percepción, como consecuencia del estado de trance en el que entran en el momento de llevar a cabo la eliminación y transmutación de bloqueos. Lo cierto es que todas las sesiones presenciales están limitadas en tiempo y dentro de ese tiempo, solo se pueden liberar una cantidad de bloqueos determinada.

En cambio, en la terapia bioenergética a distancia, la persona no tiene ninguna percepción porque la transmutación de bloqueos se hace mientras la persona duerme, pero como no hay tiempo límite, se pueden trabajar muchos más bloqueos que los que se pueden trabajar en la terapia bioenergética presencial.

Además de eso, los tiempos de duración de toda la terapia son aproximadamente los mismos, dado que en la terapia presencial, las sesiones deben de estar separadas, al menos, por una semana y teniendo en cuenta que son como mínimo 3 sesiones, la terapia completa dura 3 semanas, si es que no hay muchas emociones atrapadas o brujería, lo que demandaría más sesiones.  En cambio, la terapia bioenergética a distancia, dura entre 3 y 4 semanas dependiendo de la cantidad de bloqueos y emociones atrapadas, pero se quita todo lo que se pueda quitar y no demanda de más sesiones.

En definitiva, la terapia bioenergética en la modalidad a distancia es un poco más completa.

En la terapia bioenergética en la modalidad presencial, no se entrega ningún informe, porque el terapeuta le explica al consultante, todos sus bloqueos y consecuencias durante las sesiones de consulta.

Cada uno de nosotros es 100% responsable de todo lo que nos pasa en la vida. Absolutamente todo es energía vibrando, todo son ondas de energía y lo que conocemos como materia, también. Toda materia es energía de muy baja vibración condensada, muy densa, que nos da la percepción de ser sólida.

Toda esta materia está formada por átomos y nuestros cuerpos no son la excepción. La diferencia entre nuestros cuerpos y una mesa, una pared o un automóvil, es que nosotros somos conscientes, tenemos consciencia de nosotros y de la realidad que nos rodea.

En todo el Universo, la consciencia prevalece y transforma la energía; y la energía, prevalece y transforma a la materia.

Esto significa que nuestra consciencia nos llevó a la enfermedad, porque actuó sobre nuestra energía y ésta alteró la materia, creando la enfermedad.

Por supuesto que lo hacemos inconscientes, porque nunca nadie nos enseña como funciona nuestro cuerpo, como funciona nuestra psique y como interactúa con el entorno. Ni siquiera médicos, psiquiatras y psicólogos los saben, porque partimos de la base de que la medicina no reconoce a la energía en el ser humano, a pesar de que la física cuántica ya hace décadas que lo ha demostrado.

En la terapia bioenergética, el terapeuta va a remover todos los bloqueos (energías estancadas) que existen en la estructura energética del consultante, pero si el consultante no se hace consciente de que fue él mismo quien ha provocado la enfermedad y no comienza a aprender nueva información sobre si mismo y el entorno, si no hace su parte del trabajo, por más que se quiten todos los bloqueos, la persona los volverá a generar y, tarde o temprano, volverá a la misma situación.

Por otra parte, se debe de comprender que el cuerpo tiene un tiempo de sanación. O sea, todas nuestras células mueren y vuelven a nacer nuevas células. La curación funciona a través de este proceso. En casi todos los casos, la enfermedad es como consecuencia de un desequilibrio hormonal o un desequilibrio en el pH de la zona donde se produce la enfermedad. Una vez corregido esto, las células intoxicadas o degeneradas van a morir y las nuevas células que naceran ya no se intoxicarán ni se degenerarán, porque el entorno químico ahora es el apropiado y ahí se produce la sanación. Pero esto lleva un tiempo.

A veces, sucede que llegan a terapia personas cuyas enfermedades están muy avanzadas y por más que se lleve a cabo la terapia bioenergética y se ponga en condiciones el entorno químico de los órganos afectados, los órganos colapsan porque ya no hay suficiente tiempo para que se dé el proceso de curación natural de nuestro cuerpo.

De manera que la respuesta a esta pregunta es sí, todas las enfermedades se pueden curar, siempre y cuando, el consultante haga su parte del trabajo y llegue a la consulta antes de la etapa avanzada de la enfermedad.

No es mi intención generar desesperanza en las personas, es exactamente lo contrario, trato de generar consciencia, pero no les puedo mentir. Se trata de nuestra vida. Y como dije al principio, cada uno es 100% responsable de su propia vida.

La terapia bioenergética es 100% efectiva.

Pero como expliqué en la respuesta anterior, nuestro cuerpo es producto de nuestra energía y, nuestra energía, es producto de nuestra consciencia.

La sanación de una persona, sea una patología o una psicopatología, no pasa solo por eliminar los bloqueos energéticos; pasa por hacer un cambio de vida. Y todo cambio de vida pasa por la toma de consciencia; por aprender quién y qué soy, como se desarrolla el medio en donde existo y como interactúo con el.

La terapia es efectiva porque elimina los bloqueos relacionados a una patología o psicopatología, pero la sanación definitiva, depende también del cambio de consciencia y del propio trabajo que el consultante haga.

La mayoría de las veces que vamos a una terapia esperamos sentir cambios en nuestro cuerpo o en nuestro estado anímico y los esperamos pronto.

En la terapia bioenergética no se siente, practicamente, nada. Pasados entre los 60 y 90 días posteriores a la terapia, el consultante comenzará a ver cambios en su vida. Cambios en sus reacciones e interacciones con otras personas. Notará que se siente más «claro» mentalmente, con mejor estado de ánimo, mayor fuerza de voluntad, mayor energía. Si había conflicto entre personas, se comenzarán a solucionar, todo en la vida comenzará a fluir mejor.

Esto es así porque todo cambio en la psique de una persona se demora aproximadamente 21 días. De manera que, dependiendo de la cantidad de bloqueos que se hayan trabajado durante la terapia bioenergética, esos cambios se comenzarán a ver entre los 60 a los 90 días de terminada la terapia.

La vida es natural. Observa a la naturaleza y ésta te mostrará como debes de vivir.

Lo lamentable es que todos nosotros, en su mayoría, hemos vivido naturalemente, sobre todo, cuando teníamos entre 2 y 5 o 6 años. pero ya no es así.

Cuando en terapia bioenergética trabajamos con un niño, en líneas generales, no tienen gran cantidad de bloqueos, solo los específicos que están manifestando la patología o la psicopatología y, la mayoría de las veces, son transgeneracionales, no son autogenerados. Y eso, es porque cuando somos niños fluimos con la vida, naturalmente.

Observa a un niño de entre 2 y 6 años. Ellos viven todas sus emociones, hacen sus caprichos, lloran, se ríen, se divierten, se enojan y, a veces, al punto de lanzarse algun juguete o hasta agredirse con sus hermanitos, amiguitos o compañeritos. Pero, a los 10 minutos, ya están jugando nuevamente como si nada hubiera pasado. No se quedan resentidos con nadie, ni están pensando a que van a jugar mañana o que van a hacer mañana. En algunas ocasiones se ponen ansiosos cuando saben que en el futuro próximo algo va a suceder que les encanta, como prometerles ir al cine o a un parque de diversiones, o de vacaciones, pero, salvo ese tipo de ocasiones, no están pensando en el mañana.

Esa es la forma natural de vivir, el fluir con la vida.

Nosotros, los adultos, en su mayoría, no hacemos eso. Mas bien, todo lo contrario. Cuando alguien nos dice algo o nos hace algo que no concuerda con nuestro sistema de creencias, con lo que nosotros pensamos que está bien o que debería de ser, nos resentimos y a veces, hasta por años. Vivimos pensando en el mañana, preocupados, angustiados, ansiosos por lo que puede llegar a ser, sin siquiera saber con exactitud si pasará.

Muchos pensarán que de niños podemos vivir así porque no tenemos «responsabilidades», mas que ir al nido o jardín de infantes. Pero no es así mi querido amigo/a. Cuando tu decides estudiar una carrera profesional, fuiste tu quien tomó la decisión, fuiste tu quién asumió la responsabilidad y eres tu quién no hace todo lo que debe de hacer y luego siente la presión y la carga. Cuando tu decides tener una pareja, eres tu quién lo decidió, eres tu quien asume la responsabilidad de compartir tu vida con otra persona y como te dejas llevar por lo que se presupone, y encima no tienes ni la menor idea de lo que es el AMOR verdadero, terminas manifestando apego y el apego te lleva a la dependencia emocional y, por lo tanto, terminas cargándote con un montón de cosas que se presuponia que no deberían de ser así, pero que lo son, sumado a nuestro sistema de creencias machista y patriarcal que nos condiciona aún más. Solo por dar dos ejemplos, pero así, casi todo lo que vivimos.

De manera que lo que debes de hacer para mantener una buena energía, es volver a vivir de la forma en que lo hacías cuando tenías entre 2 y 6 años, tomando la responsabilidad al 100% de tu propia vida y dejando que los demás asuman la suya propia, sin apego y en AMOR INCONDICIONAL.

La terapia bioenergética se puede aplicar a cualquier ser humano o incluso animal, sin distinción de raza, credo o edad. Se puede trabajar la energía de fetos en gestación como de personas ya fallecidas.

La mayoría de los terapeutas dicen que eso no se puede hacer porque es infringir el libre albedrío de las personas.

La realidad en que un ser humano está formado por la unidad de carbono y el Ser. La unidad de carbono es el cuerpo físico junto con el conjunto de la psique y la conexión al alma que es quien anima el cuerpo. El Ser, es el conjunto de Supralma  y Yo Superior-Espíritu que es nuestra esencia, lo que verdaderamente somos y lo la parte de nosotros que ha decidido vivir la experiencia.

De manera que cuando hablamos de libre albedrío, éste no le corresponde a la unidad de carbono, porque no es la unidad de carbono la que ha decidido vivir la experiencia, sino al Ser, que es éste que está viviendo la experiencia.

Así, cuando alguien solicita una terapia para otra persona, sin que esa persona sea consciente, lo que se hace es consultar al Ser de esa persona si se autoriza la terapia y si el Ser lo autoriza, se realiza.

Esto es así, porque todas las unidades de carbono tienen una conscienica artificial, desconectada de la consciencia del Ser y manejada y operada por el programa ego que, en la mayoría de los casos, impide que el Ser se pueda manifestar por a través del alma y tomar control de su propio vehículo evolutivo.

Por este motivo es que se le solicita la autorización al Ser y si este lo autoriza, la terapia se realiza.

En Amar la Vida no trabajamos para el ego, trabajamos para el SER

Todas las terapias donde se trabaja con la energía de las personas y se remueven muchos bloqueos, como en la gterapia bioenergética, la distancia entre terapias no debe de ser menos de 60 días, siendo lo óptimo 90 días.

Esto se debe a que todos los cambio energéticos se deben de manifestar a nivel físico y mental, con el consecuente equilibrio hormonal que determina el estado anímico de la persona. Como se dijo anteriormente, la psique tarda, aproximadamente, 21 días para realizar cualquier cambio y cuando son varios bloqueos esos tiempo se extienden.

Dependiendo del caso concreto.

Si la patología o psicopatología está vinculada a bloqueos transgeneracionales hereditarios, no es necesario.

En cualquier otro caso, puede ser conveniente que los padres realicen la terapia bioenergética e incluso, se puede requerir de una terapia de sanación de familia.

Por ejemplo, si se detecta que el problema del niño proviene de una «brujería» y está fue heredada de la madre y a su vez la madre la recibe por consecuencia de lazos energéticos con el padre, porque la «brijería» fue realizada al padre concretamente, entonces todos deben de recibir la terapia bioenergética.

También hay casos donde los niños tiene bloqueos que provienen del inconsciente colectivo familiar, pero esos bloqueos afectan a toda una familia completa, pero se detecta a través de la terapia al niño. En esos casos se recomendará una sanación de familia.

De todas maneras, todo es muy personal y no se puede establecer estadísticas.

Es un poco más complicado que lo que voy a explicar, pero lo expongo así para que se comprenda.

Todo intercambio de fluído sexual provoca lo que se conoce como lazo energético sexual. El lazo energético sexual es como un «cable» que une un hilo energético vital que todos tenemos y que se llama cordón antakarana. Este cordón antakarana toca en varios puntos energéticos uniendo todos nuestros cuerpos sutiles, chakras y otras partes de nuestra estructura energetica y Ser. De manera que cuando tenemos un intercambio de fluidos sexuales con otra persona, quedamos «atados» a esa persona, energéticamente hablando.

Este fenómeno es posible porque todo nuestro cuerpo no responde a la mecánica newtoniana, sino a la mecánica cuántica. Esta dice, entre muchas otras cosas, que cuando dos partículas que fueron creadas de la misma fuente, como son nuestras propias células, que se forman dos de una y así sucesivamente, estas quedan entrelazadas energeticamente, sin importar la distancia, y lo que le pasa a una, le pasa también a la otra. Este fenómeno de la mecánica cuántica se llama entrelazamiento cuántico.

De esta forma, si tu te haces una terapia bioenergética, sin duda, tus frecuencias aumentarán de nivel, entre ellas, la frecuencia de resonancia. Pero como estás entrelazado/a a tu pareja, los bloqueos energéticos que actuen sobre esos átomos tuyos en la otra persona, sin duda manifestarán esos bloqueos en ti y tu vibración se verá comprometida nuevamente.

Vuelvo a repetir, es mas complejo que esto, pero espero que se entienda.

Por lo tanto, si tu te haces la terapia bioenergética, también es conveniente que se la haga tu pareja.

En la terapia bioenergética, los lazos energéticos sexuales son cortados, así quedas desconectado/a de cualquier paraja que hayas tenido con anterioridad, incluso, desconectado/a de tu propia pareja, lo que da tiempo para que esta también se haga la terapia bioenergética, pero si vuelven a tener relaciones sexuales, los lazos se volverán a formar.

Los médicos definen infertilidad como el intento de quedar embarazada, manteniendo relaciones sexuales frecuentes y sin protección durante, por lo menos un año, sin lograrlo.

Un tercio de las veces, la infertilidad es consecuencia de factores relativos a la mujer y, otro tercio de las veces, de factores relativos tanto al hombre como a la mujer. En el resto de los casos, la causa es desconocida o es una combinación de factores del hombre y de la mujer.

Las causas de infertilidad en la mujer pueden ser difíciles de diagnosticar.

En nuestra experiencia, cuando han llegado mujeres a la terapia de bioenergética con problemas de infertilidad, siempre han tenido resultados felices, porque, casi siempre, y como bien dice el artículo de Clínica Mayo, la infertilidad esta muy vinculada a desequilibrios hormonales. Y uno de los principales trabajos en la terapia bioenergética es la de equilibrar lo más posible, la química hormonal y el pH en el cuerpo. En la mayoría de los casos, corregido esto, la mujer queda embarazada normalmente.

Muchos de los problema que tenemos la mayoría de los seres humanos cuando somos niños, están vinculado a los bloqueos hereditarios y transgeneracionales, y al periodo de gestación.

De manera que si la pareja interesada en formar una familia hace la terapia bioenergética y la sanación del inconsciente colectivo familiar en los dos, las probabilidades de transmitirles a nuestros futuros hijos algún bloqueo se reduce drásticamente.

No se puede afirmar al 100% que no heredarán nada, porque, realmente, no tenemos mucha posibilidad de intervensión sobre nuestro ADN y todos tenemos 23 cromosomas de nuestra madre y 23 cromosomas de nuestro padre. Pero verdaderamente, según la ciencia y las ultimas investigaciones llevada a cabo por la epigenética, menos del 1% de todas las enfermedades son heredadas por genes, lo que significa que la gran mayoría es energético y, por sobre todas las cosas, emocional; y ésto, si se corrige con la terapia bioenergética.