«Por sus frutos los conocereis»

En los inicio de Amar la Vida, allá por el año 2013, escribí un artículo haciendo referencia y explicando la palabras del Maestro Jesús cuando dijo «Por sus frutos los conocereis». Mi falta de experiencia y mi ingenuidad con el sistema de control provocarón que, en el primer ataque, se perdieran todos aquellos primeros artículos que escribí.

En ese entonces, hacía referencia a los falsos profetas, tal como lo expone el Evangelio, pero hoy, quiero demostrarles a todos ustedes, que esas palabras no están directamente relacionadas a los falsos profetas, (que los hay y a montones, sobre todo en esta época y va a haber mucho más todavía y cuídense de eso), sino a cada uno de todos nosotros.

En Mateo 7:15-20 dice:

«15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Mateo 7:15-20 Reina-Valera 1960 – Bible Gateway
 

Bien, quienes me conocen, porque me siguen o han llevado los cursos conmigo, saben que suelo hacer una analogía entre la mente y un huerto. Y digo que si en el huerto siembras papas, solo papas vas a cosechar, si siembras tomate, solo tomate vas a cosechar. No puedes sembrar papas y cosechar tomates, no puedes sembrar lechugas y cosechar rabanitos. Nuestra mente funciona igual, pero con los pensamientos consciente o inconscientes y con todos los programas que están en nuestra mente subconsciente.

En el año 1934, en San Antonio, Texas, USA, el Dr. Thurman Fleet crea la Terapia de Concepto. Y, desde ese entonces, sabemos que nuestra mente consciente se ocupa de todos y cada uno de los pensamientos que tenemos, los conscientes y los inconscientes, las percepciones que tenemos de los 5 sentidos y, en conjunto, de permitirnos experimentar la vida como lo hacemos milisegundo a milisegundo y que, la mente subconsciente, se ocupa de realizar todos los procesos internos del cuerpo, o sea, todo lo fisiológico, como de todo aquello que está directamente vinculado a la expresión del cuerpo, los movimientos, el habla, las expresiones corporales. Esto se lleva a cabo a través de lo que conocemos como programas mentales y que no son otra cosas que hábitos (de pensamiento, de conducta y de comportamiento) y programas instintivos. Pero la vida se trata de experimentar con el entorno, con otras personas, con la naturaleza, de manera que eso solo no sirve, necesitamos el cuerpo que es el vehículo que nos permite la experiencia.

Así que el subconsciente, conectado a nuestro cerebro, lleva a cabo todos los procesos eléctricos y alquímicos para que nuestro cuerpo manifieste las acciones que nos permiten experimentar. Como dije antes, la vida se trata de experimentar, sobre todo, con otras personas, de manera que esas acciones, casi siempre, las realizas en algún entorno donde hay otras personas.

Resumiendo, con tu mente consciente, a través de los 5 sentidos, percibes el entorno, eso lo procesas con la misma parte de la mente y generas determinados pensamientos y en consecuencia, determinadas decisiones de acciones que se pondrán en marcha. Eso se transfiere al subconsciente, quien genera los sentimientos que tienes, las expresiones de tu cuerpo, las palabras y los movimientos (es un poco más completo pero esquematizo para que se entienda). Todo esto, tu cuerpo lo ejecuta en el mismo entorno que has percibido en un inicio, de manera que todas estas acciones, dependiendo de ese entorno, del ambiente y de las circunstancias, van a provocar, por ley, una reacción en las otras personas que están interactuando contigo y el conjunto provoca el resultado.

Esto significa que cada palabra que tu dices, cada acción que realizas, cada expresión, proviene de tu interior, ya sea consciente o inconscientemente. Y acá aclaro que todos sabemos que podemos decir cosas inconscientemente, sin pensarlo, y muchas veces, esas son las cosas que nos llevan a la culpa, porque sin quererlo, por no estar en el presente, en observador, nuestro subconsciente suelta algo que está dentro de mi y luego me arrepiento de lo que dije. Todos sabemos que eso es así y nos ha pasado. De manera que si los resultados de la interacción con otras personas no son los esperados, pueden suceder varias cosas que los hayan provocado, que yo no estaba en el presente y dije algo sin pensarlo que provino de mi subconsciente; que lo dije con propósito, ya sea porque era lo que sentía o porque tenía intensión de dañar; que decodifiqué mal lo que llegó a mí por los 5 sentidos y al decodificarlo mal, lo malinterpreté; y lo mismo para las otras personas.

Si de todo esto, yo estaba en el presente, entendí bien lo que se me transmitio y expresé lo que yo sentía, procedí correctamente y el resultado fue más un producto de algo de la otra persona que de mi. Pero solo en ese caso y estando totalmente seguro de que decodifiqué perfectamente lo que se me transmitió. Si no es así, entonces no te enfoque en otras personas, porque tu tienes el problema, ya sea porque decodificaste mal el entorno y eso, viene de dentro tuyo, o porque dejaste que tu mente genere pensamientos, la famosa vocecita interior, y eso te saca del presente y en consecuencia, el subconsciente, que está programado para siempre dar respuesta, responde en base a alguna programación que tu tienes en ti.

Así que, cuando una persona reacciona mal ante una situación, sin ningún lugar a dudas, esa persona tiene que SANAR. No los otros, esa persona. Porque una REACCION, es una accion inconsciente o consciente de mi hacia el entorno. Si fue inconsciente, tengo que SANAR, si fue consciente, fue mi libre albedrío, y ahora lo voy a explicar.

Y que tiene que ver esto con «Por sus frutos los conocereis», todo. La mente es el huerto, las acciones son los frutos. Si yo cultivo en mi mente falsas ideas, pensamientos pesimistas, de escazes, de miseria, de egoismo, esas son las acciones que mi subconsciente va a manifestar. Repito, la mente es el huerto, las acciones son los frutos.

La materia se rige por leyes universales y una de esas leyes es la dualidad, lo que significa que todo tiene una energía masculina y femenina, el positivo y el negativo, el yin y el yang, la luz y la oscuridad, Dios y el diablo. Nosotros somos materia y esa dualidad también está representada en cada uno de nosotros. Ninguno es un ángel, porque si así fuera, no estaríamos viviendo una experiencia física. Todos tenemos a Dios y al demonio dentro de nosotros. Dios, la Luz, el Amor, se represente por el escencia, el alma, lo que nos da la vida, el demonio, la oscuridad, las acciones negativas, se representan por el EGO. Nuestro libre albedrio no se trata de elegir a tal o cual presidente o a tal o cual refrigerador, o tal o cual color de prenda de vestir, solo se trata de elegir que quiero manifestar, la luz o la oscuridad, mi parte divina o mi parte demoníaca. Cuando me manifiesto en Amor, escojo manifestarme por el alma, pero para eso tengo que estar en el presente, en observador. Si no es así, siempre me voy a manifestar por la oscuridad, por el ego, por mis demonios internos.

Ahora ya lo sabes, cuando el Maestro nos dijo «Por sus frutos los conocereis» esto es lo que nos estaba diciendo. Y si veo una persona que tiene actitudes que no son amor, entonces estoy delante de una persona que todavía tiene mucho que trabajar. Eso no significa que sea mala, acostumbremonos a dejar de mirar en lo bueno y lo malo, porque eso no existe, lo que existe es el Amor y el egoismo y como dije en otros artículos para los que llevaron el curso de Expansión de consciencia, «la oscuridad no es falta de Luz, la oscuridad es Luz no manifestada». Todos somos Luz, pero no siempre decidimos manifestarla.

Ama tu vida!

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